Más de 200 familias viven en asentamientos ilegales en Valencia

Más de 200 familias viven en asentamientos ilegales en Valencia

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Fuente de la noticia: lasprovincias.es / Autor: M. J. Carchano

 

Un tren cruza bajo la pasarela del tranvía junto a Moreras, con las vías sin vallar (Juan J. Monzó).

¿Podría haberse evitado la tragedia? ¿Por qué no había vallas que impidieran cruzar las vías del tren? Las preguntas se acumulan tras la muerte de un niño de apenas dos años, que murió arrollado por un tren cerca de l’Oceanogràfic el sábado. De origen rumano, la familia es una más de las que malviven en Valencia en fábricas abandonadas, chabolas junto a las carreteras y viviendas insalubres, multiplicadas por el efecto de la crisis económica. Según fuentes del departamento de Bienestar Social del Ayuntamiento de Valencia, unas 200 familias viven en asentamientos ilegales en la ciudad, un censo que se actualiza cada año.

Sin embargo, fuentes del departamento desconocían que esta familia estuviera residiendo en la casa abandonada junto a las vías. «Solamente consideramos asentamientos aquellos donde se agrupan cuatro o cinco núcleos familiares», explicó un técnico del departamento, que dejó claro que es prácticamente imposible seguir la pista a personas que se mueven sin parar. «Ya ayudamos el año pasado a esta familia, que malvivía en Quatre Carreras. Después desaparecieron», explica.

Puede que llevaran poco tiempo en esa vivienda, pero lo cierto es que no estaban solos. Muy cerca de allí existen varias fábricas abandonadas donde se hacinan personas sin hogar, la mayoría de procedencia rumana. Desde la asociación de vecinos de Fuente de San Luis, los dirigentes vecinales reivindican que se acabe con estos asentamientos, donde los menores corren un gran peligro porque hay muchas zonas junto a las vías del tren que no están valladas. Por ejemplo, en la zona donde se produjo el arrollamiento del menor, casi 200 trenes pasan a diario, ya que esta línea forma parte del corredor mediterráneo, que conecta Valencia con Castellón y Barcelona.

Según la ley del sector ferroviario, la obligación de vallar las vías se produce en ciertas circunstancias, cuando son líneas de nueva construcción, cuando los trenes discurren a más de 160 kilómetros por hora o son zonas urbanas o urbanizables, donde en estos casos debe ser el agente urbanizador quien se encargue de la obra. Los trenes viajan en esta zona a una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora, y al parecer no se cumplen ninguno de los otros requisitos. Es decir, no es obligatorio, pero ciertamente es un peligro.

Según el Plan General de Ordenación Urbana de Valencia, que todavía no se ha aprobado, esta zona será urbanizable. De momento es rústica, y además, está muy degradada. «Algunas zonas sí estaban valladas, lo que pasa es que han arrancado las protecciones y se las han llevado para venderlas», dicen los vecinos de la zona, que creen que es un milagro que estos accidentes no ocurran con mayor frecuencia.

Los vecinos ven cómo los niños deambulan por las fábricas abandonadas junto a las vías lamayor parte del tiempo sin vigilancia de personas adultas. «Sabemos que el Ayuntamiento ha actuado en varias ocasiones, que la Policía los ha desalojado, pero vuelven a venir», acusan los residentes en Fuente de San Luis.