LEVANTE
A este paso no quedará un metro cuadrado sin cemento en la ciudad", dice Ajava, que reclama los 4,6 millones para otros parques sin ejecutar
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Tablero de tierra de la gran vía Marqués del Turia. josé aleixandre
JOSÉ PARRILLA VALENCIA La Asociación de Amigos de los Jardines Valencianos (Ajava) se ha sumado a las protesta contra la reforma del bulevar de las grandes vías, el grueso de la cual es el adoquinado de todo el paseo de tierra. Los responsables de la entidad ven problemas medioambientales, abuso del cemento y un gasto innecesario habiendo "decenas de jardines" por toda la ciudad pendientes de ejecutar.
Las críticas de Ajava vienen a sumarse a las realizadas desde varias asociaciones de vecinos directamente implicadas en el proyecto, que piensan que no es el momento más adecuado para gastar 4,6 millones de euros ni entienden que un paseo centenario con suelo de tierra se convierta ahora en un parque embaldosado.
Julio Lacarra, presidente de la Asociación de Amigos de los Jardines Valencianos, cree en primer lugar que "la desaparición de la tierra no tiene justificación". "La tierra se puede arreglar y es más llevadera desde el punto de vista medioambiental. A este paso no quedará un metro cuadrado sin cemento", explica.
Lacarra teme también la evolución que puedan sufrir algunas especies arbóreas muy características de la gran vía Fernando el Católico y Marqués del Turia, entre ellas la palmera washingtoniana y el ficus. Según advierte, si finalmente se lleva a cabo este proyecto, estarán muy atentos "a ver qué pasa". Y en tercer lugar, lamenta que "teniendo sin realizar decenas de jardines por toda la ciudad ahora se dediquen 4,6 millones a esto". "Ese dinero -opina- se puede emplear en trabajos pendientes y dejar tranquilos a los jardines históricos. Que los cuiden como corresponde, pero que los dejen tranquilos". "Aquí se proyecta mucha zona verde, pero nunca se hace", añade.
Volviendo sobre su segundo punto, el de la posible afectación del adoquinado a las plantas, Julio Lacarra dijo no poder pronunciarse por el momento. Interesados por el tema, les han dicho que se trata de baldosas de piedra permeables al agua para que no se puedan asfixiar, pero no conocen el efecto real. "Queremos creer lo que dicen -en referencia a la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Valencia-, pero no tiene sentido, por mucho que respiren las plantas, gastar 4,6 millones de euros en un disparate como éste".
Julio Lacarra aseguró que el Ayuntamiento de Valencia, autor del proyecto, no se ha puesto en contacto con ellos pese a ser los principales expertos en la materia y los encargados de "hacer recapacitar a los políticos sobre los jardines de las ciudades".
Los vecinos se oponen a la remodelación
Los vecinos de este paseo lo tienen más claro que los de Fernando el Católico. La mayoría de los encuestados se opone fuertemente a la remodelación del paseo. Las razones de peso son económicas, en primer lugar, y estéticas, en segundo.
La historia del bulevar hace que sus vecinos lo describan como "encantador" y "precioso", por lo que de ningún modo querrían verlo diferente a como lo ven a día de hoy. Muchos se han criado en este entorno, por lo que se muestran reacios a los cambios.
El otro punto de disconformidad, como lo es también en los vecinos de Fernando el Católico, es el económico. A nadie le parece bien que se gaste esa cantidad en un momento de crisis acentuada como el que vivimos, y no creen que sirva para crear empleo, si no que lo consideran más bien como un "despilfarro más" del consistorio. Apoyan más medidas sociales y destinar esos fondos a fines más justos.
m. b. v. valencia
Las críticas de Ajava vienen a sumarse a las realizadas desde varias asociaciones de vecinos directamente implicadas en el proyecto, que piensan que no es el momento más adecuado para gastar 4,6 millones de euros ni entienden que un paseo centenario con suelo de tierra se convierta ahora en un parque embaldosado.
Julio Lacarra, presidente de la Asociación de Amigos de los Jardines Valencianos, cree en primer lugar que "la desaparición de la tierra no tiene justificación". "La tierra se puede arreglar y es más llevadera desde el punto de vista medioambiental. A este paso no quedará un metro cuadrado sin cemento", explica.
Lacarra teme también la evolución que puedan sufrir algunas especies arbóreas muy características de la gran vía Fernando el Católico y Marqués del Turia, entre ellas la palmera washingtoniana y el ficus. Según advierte, si finalmente se lleva a cabo este proyecto, estarán muy atentos "a ver qué pasa". Y en tercer lugar, lamenta que "teniendo sin realizar decenas de jardines por toda la ciudad ahora se dediquen 4,6 millones a esto". "Ese dinero -opina- se puede emplear en trabajos pendientes y dejar tranquilos a los jardines históricos. Que los cuiden como corresponde, pero que los dejen tranquilos". "Aquí se proyecta mucha zona verde, pero nunca se hace", añade.
Volviendo sobre su segundo punto, el de la posible afectación del adoquinado a las plantas, Julio Lacarra dijo no poder pronunciarse por el momento. Interesados por el tema, les han dicho que se trata de baldosas de piedra permeables al agua para que no se puedan asfixiar, pero no conocen el efecto real. "Queremos creer lo que dicen -en referencia a la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Valencia-, pero no tiene sentido, por mucho que respiren las plantas, gastar 4,6 millones de euros en un disparate como éste".
Julio Lacarra aseguró que el Ayuntamiento de Valencia, autor del proyecto, no se ha puesto en contacto con ellos pese a ser los principales expertos en la materia y los encargados de "hacer recapacitar a los políticos sobre los jardines de las ciudades".
Los vecinos se oponen a la remodelación
Los vecinos de este paseo lo tienen más claro que los de Fernando el Católico. La mayoría de los encuestados se opone fuertemente a la remodelación del paseo. Las razones de peso son económicas, en primer lugar, y estéticas, en segundo.
La historia del bulevar hace que sus vecinos lo describan como "encantador" y "precioso", por lo que de ningún modo querrían verlo diferente a como lo ven a día de hoy. Muchos se han criado en este entorno, por lo que se muestran reacios a los cambios.
El otro punto de disconformidad, como lo es también en los vecinos de Fernando el Católico, es el económico. A nadie le parece bien que se gaste esa cantidad en un momento de crisis acentuada como el que vivimos, y no creen que sirva para crear empleo, si no que lo consideran más bien como un "despilfarro más" del consistorio. Apoyan más medidas sociales y destinar esos fondos a fines más justos.
m. b. v. valencia
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