viernes, 13 de mayo de 2011

Las asociaciones de vecinos, el armazón del barrio


LAS PROVINCIAS
Nacidas para la lucha, han sido testigos activos de un espectacular cambio en las dotaciones de la zona 

07.05.11 - 00:34 -
Las inquietudes de los vecinos de Orriols y Torrefiel han sido determinantes a la hora de dar forma a estos barrios. Cuando todo estaba por hacer y reclamar, estas entidades contagiaron a los vecinos de un sentido cívico y reivindicativo que fue armazón moral en un barrio de aluvión. Nacidas para la lucha, las activas asociaciones han visto, con el paso de los años, cómo se conquistaban las metas propuestas; y aunque la perfección no se alcanza nunca, se debe admitir que el giro que en treinta años ha dado la ciudad en estos barrios del norte ha sido sensacional.
Los impulsos de las asociaciones vecinales por solventar los problemas de sus barrios son muy tempranos. En los años sesenta ya supieron aprovechar la estructura de las asociaciones que el franquismo toleraba, del mismo modo que Comisiones Obreras comenzó a actuar, en el campo laboral, sobre la estructura de los sindicatos verticales. Durante más de 40 años, los vecinos de Rascanya, sin embargo, han mostrado una tenacidad digna de elogio. A través de cientos de asambleas, reuniones, mítines y manifestaciones de todo tipo han logrado cambiar el destino de sus barrios que ahora lucen radicalmente distintos a como eran en los sesenta y los setenta.
Albors y Castellote, pioneros
La primera entidad creada en el distrito estuvo presidida por Miguel Albors, propietario del cine San Miguel, de Orriols. Según se cuenta en la web de la Asociación de Torrefiel "algunos vecinos comprometidos y conscientes", entre los que cita a Castellote, Calero y Vicente, en 1969, "proponen la convocatoria por medio de octavillas una asamblea en cine San Miguel para "dinamizar" la asociación".
Nació así una nueva junta que celebraba reuniones en el bar Alegría, presidida por los señores Albors y Castellote. En 1970, una asamblea celebrada en los Salesianos, es citada como la de la apertura a la participación: «se trataron los problemas de urbanismo, asfaltado, falta de escuelas y otros servicios como la luz, las malas condiciones de las viviendas y de las calles. La euforia de algunos inconscientes arrastró a la gente y se cortó el tráfico en la calle Sagunto y Primado Reig». Como respuesta, la asociación fue cerrada y los organizadores, multados. Hasta siete años después, en 1977, la entidad no fue legalizada.
El periodo inicial tras la legalización, fue de pugna abierta entre los partidos de la izquierda por tomar las riendas del movimiento vecinal, frente a quienes pensaban que este tipo de acción debería cobrar un sentido más independiente. En Jacomart, 24, un núcleo de promotores, muy politizado, trabajó utilizando la cobertura que prestaba la parroquia. Vendría después la larga pugna por el Plan parcial 23 que abarca a Orriols y Torrefiel, con el fin de lograr que la zona fuera dotada de los servicios escolares, sanitarios, zonas verdes, etcétera, todo ello en un contexto en el que el estadio del Levante UD no estaba regularizado, por haberse asentado irregularmente, lo que contagiaba a la zona de suspensión.
Maica Berceiro, incansable
No es menos la lucha que, desde hace décadas han desplegado los vecinos de Orriols, una entidad en la que hay que referirse a la figura insustituible de Maica Berceiro, en la práctica líder de la entidad desde los tiempos fundacionales.
No es posible resumir las mil y una actividades de las dos asociaciones de vecinos de la zona en demanda de toda clase de servicios. Si la época que va desde la legalización de 1977 hasta las primeras elecciones municipales democráticas fue intensa, las siguientes todavía lo han sido más. Con todo, en 1978 comenzó la instalación de alumbrado, que iría seguida de las obras de urbanización integral de un barrio donde las carencias eran totales ya que los promotores prácticamente habían "dejado caer del cielo" los edificios sobre las huertas.
Nuestro archivo contiene multitud de noticias en las que las dos entidades muestran su "garra" a la hora de la reivindicación municipal, tanto en la época del PSOE, en los años ochenta, como en la del PP, que se inicia en 1991 con Rita Barberá, el principio en coalición con Unión Valenciana. El plan general, y sus dotaciones lógicas, ha sido también el problema sustancial del barrio. Los procesos de urbanización y apertura de calles, el derribo de ruinas -Senda de Orriols, Duque de Mandas, San Juan de la Peña, Reig Genovés, San Juan Bosco- pasaba por poner farolas y construir alcantarillado, para dotar después de algo tan elemental como aceras y árboles.
Un nuevo barrio
En Orriols, con todo, las batallas han tenido variantes: porque además tuvieron que pelear con el mundo oficial para conseguir apoyo con el que combatir la aluminosis de varios bloques de casas, con 70 familias afectadas. Hasta el Club del Jubilado se tuvo que cerrar dadas las pésimas condiciones que reunía.
Por otra parte, la gran batalla de Orriols, más allá de la destinada a legalizar el estadio del Levante y ordenar el nacimiento del centro comercial ha sido la del nacimiento de un barrio nuevo, una verdadera ciudad que ha dado paso al Barrio de Sant Llorens. Es esta una actividad más reciente en tanto que la idea de construir un parque de 44.000 metros cuadrados y una promoción global de más de 3.000 viviendas se puso en marcha a partir de 1997 y se ha desarrollado en los siguientes diez años.
Espacios del Norte, un holding integrado por seis empresas Promotoras, ha desarrollado el nuevo barrio y ha asentado no menos de ocho mil nuevos vecinos en la zona. El distrito se ha dotado con otro perfil de viviendas, en buena medida acompañadas de grandes zonas verdes interiores y piscinas reservadas para residentes. Es en la órbita de ese plan cómo ha crecido el bulevar de la avenida Alfahuir, eje que vertebra un espacio renovado de casi millón de metros cuadrados en el que los volúmenes de actividad inmobiliaria han superado los 25.000 millones de pesetas.

1 comentario:

  1. Busco a Marife una chica que fue banderin en Trompetas y Tambores del Cio Oscus estaba en Literato azorin 5.

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