ANDRÉS RABADÁN CAÑADA INTENDENTE GENERAL JEFE DE LA POLICÍA LOCAL DE VALENCIA
El máximo responsable de los agentes municipales de la capital apuesta por potenciar el grupo dedicado a combatir la violencia doméstica y dedicarle “más agentes si los jueces nos los piden”
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Un apretón de manos firme a la vez que cordial es la primera impresión al saludar a Andrés Rabadán. Es la carta de presentación de su personalidad: la de un hombre serio de penetrantes ojos azules que al mismo tiempo emana cercanía. La misma cordialidad que le lleva, durante la visita de LAS PROVINCIAS a la Central de la Policía Local de Valencia, a interesarse por el estado de salud de un agente lesionado en acto de servicio. Mientras camina, recibe saludos, al mismo tiempo respetuosos que sinceros, de sus hombres.
–¿Cuál es la situación actual de la Policía Local de Valencia y cómo ha evolucionado?
–Ahora mismo tenemos una plantilla presupuestada de 1.900 agentes y la plantilla real es de 1.606, aunque con una oposición en marcha de 147 que se sumaría a estos. La evolución de la plantilla, con la entrada del actual gobierno municipal en 1991, ha pasado de unos 900 que éramos entonces a 1.800 que vamos a ser. Por tanto, se ha duplicado el número de agentes y poco a poco llegaremos a los 1.900.
–Se muestra satisfecho con el número de agentes... ¿Cuáles serían las mejoras necesarias?
–El objetivo es mejorar la organización, por ejemplo con un impulso de la policía de barrio. Hasta hace unos meses eran 178 los agentes implicados en esta faena y hoy son 252. Tienen funciones importantísimas, como velar por la seguridad en las entradas y salidas de los colegios, impartir cursos de seguridad vial y observar posibles conductas antisociales de pandillas juveniles. Queremos que sea también quien comunique deficiencias en la vía pública y un asesor de seguridad en el barrio, con charlas a colectivos como personas mayores o en los colegios. Y también mediador entre dos personas con algún problema.
–¿Otros objetivos?
–Queremos potenciar el grupo de violencia doméstica. En este momento tenemos 1.071 órdenes de protección en Valencia, con lo que la Policía Local está cada día más implicada en la atención integral a las víctimas. E igualmente dar más medios a las unidades de distrito y mejorar la formación, como lo demuestra el programa Webpol, en el que trabajamos en estos momentos, para que los policías puedan formarse de manera on line.
–¿Hay suficientes agentes para un tema tan delicado como el de la violencia doméstica?
–En principio sí. Tenemos unas 21 personas dedicadas al tema, tres por unidad de distrito, que hacen un seguimiento de los casos en sus barrios. Si crecen las necesidades y las órdenes de alejamiento, aumentará el número de policías. Algún colectivo o partido quería centralizar este servicio, pero nosotros entendemos que descentralizado en los diferentes distritos se atienden mejor estos servicios. Si los jueces dedicados a este tema pidieran más agentes, habilitaríamos más personal.
–Otro problema imparable es el del botellón y el ruido que le acompaña. El concejal anunció un refuerzo de los agentes dedicados a combatir este tema, pero ¿son suficientes las ordenanzas municipales actuales?
–Sí. Hay una ley que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública y nuestra obligación es perseguir esas conductas, sin entrar a valorar si se trata de un fenómeno cultural o no. Lo importante es que toda la Policía Local se centre en corregir todos estos ruidos.
–¿Pero ese refuerzo significa que la Policía Local se ha visto sobrepasada por el problema?
–No vamos a negar que el botellón se da en muchísimos sitios de la ciudad. Intentamos llegar a todos, pero a veces no es posible. Tenemos otras muchas funciones, como administrativas, de seguridad, de policía asistencial... Todo eso hace que se nos detraiga personal que no podemos destinar al tema del botellón. Estamos haciendo un esfuerzo y vamos a intentar poner a 20 ó 30 policías más por las noches para este tema. Nos centraremos en las zonas con más botellón, como El Carmen, la zona de Woody, la zona de la avenida de Aragón, plaza del Cedro, Juan Llorens, plaza Honduras, Mestalla, Alcalde Reig, Alameda, Blasco Ibáñez o plaza de España.
–El problema de centrarse en el botellón es dejar sin asistencia temas de seguridad ciudadana...
–No nos equivoquemos. Nosotros somos titulares de unas competencias y colaboradores de otras. Como titulares, tenemos innumerables competencias de tráfico que otras Fuerzas de Seguridad no tienen, como accidentes, campañas de tráfico, controles, denuncias por mal aparcamiento... En materia de seguridad asumimos la protección de autoridades y edificios municipales, así como evitar el consumo de droga en la calle. Somos bastantes agentes por la noche aunque tengamos que reforzarlos por el tema del botellón, pero sí pedimos la colaboración de otros cuerpos de seguridad. Eso es lo que en las últimas semanas está pidiendo el concejal a la Delegación del Gobierno: su colaboración para atajar determinados problemas.
–¿Cree que el esfuerzo que hace la Delegación del Gobierno no es igual que el que hace el Ayuntamiento?
–Imagino que estarán haciendo todo lo que pueden, aunque no sé exactamente de los recursos de que disponen. Ya ha habido un primer contacto con ellos solicitándoles que refuercen la noche para atajar el problema del botellón. Es importante que todos, Policía Nacional, unidad adscrita y Policía Local, trabajásemos conjuntamente en erradicar este problema.
–La mayoría de los servicios nocturnos los hace la Policía Local. ¿Cree que hay pocas patrullas de Policía Nacional por la noche?
–Exactamente no sé la cantidad de efectivos humanos que posee la Policía Nacional y no puedo decir si son suficientes o no. Lo que sí le puedo decir es que anualmente recibimos 350.000 llamadas al 092 y otras tantas a las unidades de distrito. De las recibidas en el 092, 90.000 son por la noche. Si miramos el resumen de servicios de una noche (mientras revisa el último parte del Grupo de Operaciones Especiales), vemos 100 llamadas al 092: una agresión, una reyerta, robos, infracciones de tráfico, ruidos, tráficos de drogas o violencia doméstica... Como ve, no estamos aburridos.
–¿Cuál es el principal problema de delincuencia en Valencia?
–Por los datos de la Policía Local, la conflictividad existe en zonas como Campanar, con el problema de las cañas, alrededor de la estación de autobuses, en la Malvarrosa por las Casitas Rosa y en Nazaret... Todos en torno al tráfico de drogas.
–El problema de la prostitución parece haber disminuido...
–Nos ha costado mucho, pero, salvo alguna prostituta por Pinedo y el puerto, la presión policial ha erradicado la mayoría de la prostitución. Ahora estamos centrando el esfuerzo en la zona Centro, en la calle Viana y en su entorno.
–¿Hay vinculación entre delincuencia y aumento de la inmigración?
–Yo no lo tengo constatado, pero lo que sí es verdad es que de los detenidos que hace la Policía Local, el 40% son españoles y el 60% extranjeros. Pero yo no creo que sea un problema de inmigración sino de otras muchas cuestiones que habría que analizar con más calma.
–¿Cuál es la situación actual de la Policía Local de Valencia y cómo ha evolucionado?
–Ahora mismo tenemos una plantilla presupuestada de 1.900 agentes y la plantilla real es de 1.606, aunque con una oposición en marcha de 147 que se sumaría a estos. La evolución de la plantilla, con la entrada del actual gobierno municipal en 1991, ha pasado de unos 900 que éramos entonces a 1.800 que vamos a ser. Por tanto, se ha duplicado el número de agentes y poco a poco llegaremos a los 1.900.
–Se muestra satisfecho con el número de agentes... ¿Cuáles serían las mejoras necesarias?
–El objetivo es mejorar la organización, por ejemplo con un impulso de la policía de barrio. Hasta hace unos meses eran 178 los agentes implicados en esta faena y hoy son 252. Tienen funciones importantísimas, como velar por la seguridad en las entradas y salidas de los colegios, impartir cursos de seguridad vial y observar posibles conductas antisociales de pandillas juveniles. Queremos que sea también quien comunique deficiencias en la vía pública y un asesor de seguridad en el barrio, con charlas a colectivos como personas mayores o en los colegios. Y también mediador entre dos personas con algún problema.
–¿Otros objetivos?
–Queremos potenciar el grupo de violencia doméstica. En este momento tenemos 1.071 órdenes de protección en Valencia, con lo que la Policía Local está cada día más implicada en la atención integral a las víctimas. E igualmente dar más medios a las unidades de distrito y mejorar la formación, como lo demuestra el programa Webpol, en el que trabajamos en estos momentos, para que los policías puedan formarse de manera on line.
–¿Hay suficientes agentes para un tema tan delicado como el de la violencia doméstica?
–En principio sí. Tenemos unas 21 personas dedicadas al tema, tres por unidad de distrito, que hacen un seguimiento de los casos en sus barrios. Si crecen las necesidades y las órdenes de alejamiento, aumentará el número de policías. Algún colectivo o partido quería centralizar este servicio, pero nosotros entendemos que descentralizado en los diferentes distritos se atienden mejor estos servicios. Si los jueces dedicados a este tema pidieran más agentes, habilitaríamos más personal.
–Otro problema imparable es el del botellón y el ruido que le acompaña. El concejal anunció un refuerzo de los agentes dedicados a combatir este tema, pero ¿son suficientes las ordenanzas municipales actuales?
–Sí. Hay una ley que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública y nuestra obligación es perseguir esas conductas, sin entrar a valorar si se trata de un fenómeno cultural o no. Lo importante es que toda la Policía Local se centre en corregir todos estos ruidos.
–¿Pero ese refuerzo significa que la Policía Local se ha visto sobrepasada por el problema?
–No vamos a negar que el botellón se da en muchísimos sitios de la ciudad. Intentamos llegar a todos, pero a veces no es posible. Tenemos otras muchas funciones, como administrativas, de seguridad, de policía asistencial... Todo eso hace que se nos detraiga personal que no podemos destinar al tema del botellón. Estamos haciendo un esfuerzo y vamos a intentar poner a 20 ó 30 policías más por las noches para este tema. Nos centraremos en las zonas con más botellón, como El Carmen, la zona de Woody, la zona de la avenida de Aragón, plaza del Cedro, Juan Llorens, plaza Honduras, Mestalla, Alcalde Reig, Alameda, Blasco Ibáñez o plaza de España.
–El problema de centrarse en el botellón es dejar sin asistencia temas de seguridad ciudadana...
–No nos equivoquemos. Nosotros somos titulares de unas competencias y colaboradores de otras. Como titulares, tenemos innumerables competencias de tráfico que otras Fuerzas de Seguridad no tienen, como accidentes, campañas de tráfico, controles, denuncias por mal aparcamiento... En materia de seguridad asumimos la protección de autoridades y edificios municipales, así como evitar el consumo de droga en la calle. Somos bastantes agentes por la noche aunque tengamos que reforzarlos por el tema del botellón, pero sí pedimos la colaboración de otros cuerpos de seguridad. Eso es lo que en las últimas semanas está pidiendo el concejal a la Delegación del Gobierno: su colaboración para atajar determinados problemas.
–¿Cree que el esfuerzo que hace la Delegación del Gobierno no es igual que el que hace el Ayuntamiento?
–Imagino que estarán haciendo todo lo que pueden, aunque no sé exactamente de los recursos de que disponen. Ya ha habido un primer contacto con ellos solicitándoles que refuercen la noche para atajar el problema del botellón. Es importante que todos, Policía Nacional, unidad adscrita y Policía Local, trabajásemos conjuntamente en erradicar este problema.
–La mayoría de los servicios nocturnos los hace la Policía Local. ¿Cree que hay pocas patrullas de Policía Nacional por la noche?
–Exactamente no sé la cantidad de efectivos humanos que posee la Policía Nacional y no puedo decir si son suficientes o no. Lo que sí le puedo decir es que anualmente recibimos 350.000 llamadas al 092 y otras tantas a las unidades de distrito. De las recibidas en el 092, 90.000 son por la noche. Si miramos el resumen de servicios de una noche (mientras revisa el último parte del Grupo de Operaciones Especiales), vemos 100 llamadas al 092: una agresión, una reyerta, robos, infracciones de tráfico, ruidos, tráficos de drogas o violencia doméstica... Como ve, no estamos aburridos.
–¿Cuál es el principal problema de delincuencia en Valencia?
–Por los datos de la Policía Local, la conflictividad existe en zonas como Campanar, con el problema de las cañas, alrededor de la estación de autobuses, en la Malvarrosa por las Casitas Rosa y en Nazaret... Todos en torno al tráfico de drogas.
–El problema de la prostitución parece haber disminuido...
–Nos ha costado mucho, pero, salvo alguna prostituta por Pinedo y el puerto, la presión policial ha erradicado la mayoría de la prostitución. Ahora estamos centrando el esfuerzo en la zona Centro, en la calle Viana y en su entorno.
–¿Hay vinculación entre delincuencia y aumento de la inmigración?
–Yo no lo tengo constatado, pero lo que sí es verdad es que de los detenidos que hace la Policía Local, el 40% son españoles y el 60% extranjeros. Pero yo no creo que sea un problema de inmigración sino de otras muchas cuestiones que habría que analizar con más calma.
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